Debutó en la Primera del club a los 16 años, se fue muy joven y siempre dice que algún día va a volver.
En vísperas de su primera Copa del Mundo, que ojalá no sea la única, Leandro Daniel Paredes sabe que desde el próximo martes tendrá hinchada propia. Además de la admiración que genera su juego de clásico enganche devenido volante central, goza del respaldo firme de millones de boquenses que lo vieron debutar muy joven, lo disfrutaron bastante poco y sufrieron su partida demasiado temprano.
Hoy, ya maduro a los 28 años, Leandro puede enorgullecerse de haber sido compañero de Juan Román Riquelme y Martín Palermo, sus ídolos de la infancia humilde entre San Justo y Mataderos, con la camiseta que aprendió a querer desde muy chiquito. En Roma, donde recaló luego de una experiencia en Rusia, compartió vestuario con campeones mundiales como Francesco Totti y Daniele de Rossi.
Ahora en la Selección, a pocas horas del comienzo de una nueva ilusión mundialista, Paredes es uno de los infaltables en la formación titular y uno de los más apreciados por Lionel Messi y Ángel Di María, ex compañeros en el PSG donde también convivió con el francés Mbappé, el brasileño Neymar y el español Ramos, por citar a los más famosos.
Semejante crack, formado en las divisiones inferiores de Boca, ya anunció su deseo de volver algún día para vestir nuevamente la azul y oro. El pueblo xeneize lo espera con los brazos abiertos y una ovación que resonará fuerte en la Bombonera: Paaareeedes, Paaareeedes…
(CABJ Prensa)
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