La actriz Leticia Siciliani describe su pasión xeneize y explica qué es lo que más disfruta en la cancha: “Desde la primera vez que vine que me quedé obnubilada con la gente”.
Leticia Siciliani ve la Bombonera en el horizonte y ya se le dibuja una sonrisa. La acompañan su hermano Guido, el responsable de haberle transmitido esta pasión bostera, y su sobrino Simón. Atrás queda el día de trabajo, el tránsito de la Ciudad de Buenos Aires que amagó con hacerla llegar tarde al partido y también el frío del invierno porteño. Juega Boca. Eso es lo único que importa. «La primera vez que vine a un partido a la Bombonera ya era grande. No recuerdo la fecha exacta ni el rival. Lo único que me acuerdo es que llegué y hasta el segundo tiempo no presté atención al partido, estaba obnubilada con la gente, me la pasaba mirando a los hinchas», cuenta la actriz que en 2020 fue finalista de MasterChef .
Que en la excursión a la cancha la acompañe su hermano no es casualidad. «Me hice de Boca por él, por Guido, que me lleva 10 años y desde chica me daba para que me ponga la camiseta de Boca manga larga, con el sponsor de Parmalat. De eso sí que no me olvido más», dice Leticia, que además de actriz e influencer, se divierte jugando a la pelota. «Juego de vez en cuando con amigos y amigas, pero lo hago menos de lo que me gustaría», dice y se ríe de su pasado en Excursionistas que sale a relucir cada vez que le hacen una nota. ¿Como quién juega? «Está difícil eso de compararme con algún jugador. Tendría que ser alguno que corra poco, y que prefiera asistir antes de definir», dice.
La referencia, entonces, sale obvia: Juan Román Riquelme. Y la idolatría se encadena con una anécdota de cuando Riquelme todavía pisaba el césped y lucía la número 10. «Cuando empecé a laburar en la tele dio la casualidad de que estaba jugando al fútbol en un club, en AFA. Un milagro porque la verdad que no tenía el nivel para jugar. Me hacían varias notas y un día me hacen una de Olé, para la contratapa. Obviamente casi toda la entrevista hablé de lo que admiraba el juego de Román. Después en el diario salió este título: “sueño con imitar el juego de Román”. Me quería matar. Me moría de verguenza, me cargaban todos. ¡Imaginate en el club! Obvio, seguí soñando piba jaja». Pero la anécdota esconde un final tan impensado como feliz: «A los pocos días me llegó al canal una camiseta firmada por Román. Así que no sé qué fue bien lo que dije pero valió la pena. Ahora solo me falta conocerlo». Esa camiseta viene puesta cada vez que la actriz dice presente en la cancha.
En la platea baja, Leticia Siciliani es una más en la masa bostera. Juega Boca. Y eso es lo único que importa. «Esto se disfruta mucho. Ya desde la previa, cuando vas llegando a la Boca y ves la marea azul y amarilla es hermoso. Entre tanta cosa que pasa, es un rato que la gente puede venir a disfrutar de la fiesta y la magia que tiene la Bombonera hace que te olvides de todo lo otro. En mi caso particular, además, compartir ese momento con mi hermano y mi sobrino es único», cuenta la ganadora del Martín Fierro en 2016. ¿Su momento favorito en la cancha? «Canciones hay varias que me encantan, pero si tengo que elegir una que disfruto más bien por el momento y por lo que se arma en la gente es el vals con el ‘Y dale Boca dale’. Cuando llega el momento de los aplausos puffff», explica la actriz, acostumbrada a las palmas cada vez que termina una obra o una película. Pero claro. Nada es igual a La Bombonera, el auténtico teatro de los sueños.
Revista Desde La Boca. Léela completa en formato digital: https://bocajuniors.com.ar/programaoficial
(CABJ Prensa)
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