Gonzalo Morales, otro pibe que cumple el sueño de jugar en la Primera de Boca | Futbol

El cordobés, de 19 años y contrato recientemente extendido, ingresó en Mendoza ante Godoy Cruz.

Los nervios antes de entrar por el paraguayo Romero, esos ocho minutos que acabaron por ser 15 con los siete añadidos, la camiseta blanca número 28 humedecida por esos primeros piques, el festejo del final, un abrazo largo con el Pola Aranda y la felicidad que desbordaba su cuerpo macizo de delantero central: algunas de las emociones vividas por Gonzalo Javier Morales este viernes, la noche de su debut oficial en la Primera de Boca.

Con apenas 19 años cumplidos en marzo, la tranquilidad del contrato hasta 2026 firmado en agosto y el crédito de sus goles en Reserva, Morales mereció la convocatoria y tuvo su estreno soñado. Influyeron, por supuesto, las ausencias por lesiones graves o molestias leves de Zeballos, Villa, Benedetto, Briasco y Orsini, pero el cordobés se ganó su chance con dedicación y mucha fe para convertirse en jugador de Boca.

También existe, por supuesto, una decisión estratégica del club: apostar a la consolidación en Primera de los pibes formados en la cantera. No se trata de prestar o ceder a la primera oferta, sino de evaluar rendimientos, hacer proyecciones y distribuir oportunidades. La gente entiende y apoya. Con un chico del club hay mayor tolerancia que con alguien traído de otro lado. Nunca se le negará un aplauso de respaldo al nacido en casa.

Transcurrieron apenas 12 meses de la presentación de Morales en el segundo equipo xeneize. Ocupó el lugar de Vázquez, hoy apellido habitual entre los grandes. Gonzalo pronto llamó la atención por el poderío de su remate con pierna zurda, la capacidad para buscar por arriba y la decisión para pelear hasta las que parecen perdidas. Su apodo, el Toro, está plenamente justificado. Con esa fuerza irá en procura de más minutos.