Se consagró en el Metropolitano de 1976, con Gatti, Mouzo, Suné y Benítez como figuras. Felman fue el goleador.
Hay mayoría de fotos en blanco y negro, con algunos protagonistas por desgracia ya ausentes; los recortes -de tantas revisiones- se ven ajados y las filmaciones son escasas, de baja definición, pero aun así el recuerdo de ese primer Boca campeón de Juan Carlos Lorenzo, dando la vuelta olímpica con las camisetas embarradas, es inolvidable, un hito, una alegría que perdura en la memoria grande del club más ganador del fútbol argentino.
Fue la noche del 4 de agosto de 1976. El Toto había llegado siete meses antes y ese tiempo le alcanzó para formar un equipo muy serio, granítico, que por momentos parecía invencible, base del que en los años siguientes levantaría las dos primeras Libertadores y una Intercontinental. Lo armó con varios de los que estaban en el club y algunas incorporaciones de hombres con mucha experiencia para reforzar cada línea.
Aquel Metropolitano se disputó en dos zonas de 11 participantes. Los seis primeros de cada una pasaban a un ronda final donde se enfrentaban todos contra todos en cancha neutral. Un Boca inestable terminó cuarto en su grupo, con un récord de nueve triunfos, siete empates y seis derrotas, algunas dolorosas: 0-1 el clásico en la Bombonera, 1-3 con el luego descendido San Telmo, 1-5 con Central (tres goles de Mario Kempes).
En la etapa decisiva apareció el Boca que pretendían su técnico, el presidente Alberto J. Armando y la gente, ilusionada con un título que se negaba desde el Nacional 70. Hubo victorias sobre Independiente (2-1) y Newell’s (1-0) en la apertura de ese mini torneo, empate con Estudiantes (1-1) y una seguidilla de victorias ante Colón (2-1), Gimnasia (3-2), Central (2-1) y San Lorenzo (2-0). En la octava fecha sumó una igualdad frente a River (1-1).
El partido clave fue el domingo 1 de agosto, en el Monumental, contra Huracán, que mantenía el esqueleto del campeón 73 y había sumado a Osvaldo Ardiles. En medio de un diluvio, que en la previa hizo dudar sobre la realización del encuentro, Boca se impuso 1-0 con un bombazo de media distancia del Chino Benítez, imposible para Chocolate Baley. Con ese resultado, un éxito ante Unión garantizaba la estrella.
Boca lo logró en una noche también lluviosa y en la misma cancha de River. Otra vez convirtió Jorge Benítez. Carlos Veglio agregó un segundo gol, antes del cierre de la primera etapa, para tranquilizar a la multitud. Terminó 2-0 y hubo fiesta bajo el agua. Así formó el Xeneize aquel 4/8: Hugo Gatti; Vicente Pernía, Francisco Sá, Roberto Mouzo y Alberto Tarantini; Benítez, Rubén Suné, Jorge Ribolzi y Veglio; Ernesto Mastrángelo y Juan Taverna (Abel Alves).
Para completar el fixture, los campeones se midieron con Quilmes. Fue 1-1, de nuevo en Núñez y en otra tarde tormentosa que no impidió repetir la vuelta olímpica. Mouzo y Suñé jugaron 27 de las 33 jornadas, igual que Darío Felman, wing mendocino, goleador con 11 tantos. Mastrángelo, Veglio y Taverna aportaron siete cada uno para esa conquista, grabada para siempre en los corazones boquenses que latieron aquellos días gloriosos.
(CABJ Prensa)
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